David, una empresa centenaria

Dicen los expertos que las empresas tienen una esperanza media de vida que se sitúa entre los 5 y los 15 años. De hecho cada vez que estalla una crisis económica (algo más cíclico de lo que nos pensamos) desaparecen miles de compañías.

Con decir que 235.000 empresas han echado el cierre desde el 2008 creo que podemos hacernos una idea de la volatilidad empresarial.

Mientras unas empiezan su andadura con ilusión otras bajan las persianas comidas por las deudas y envueltas en un halo de pesimista incertidumbre.

El exclusivo «club» de las empresas centenarias

Sin embargo, por encima de este tipo de compañías hay otras que perduran en el tiempo, pocas, muy pocas.

En España se calcula que existen alrededor de unas 150 empresas centenarias que, contra viento y marea, siguen al timón de una nave que se fraguó en los recuerdos del blanco y negro de las fotografías.

Empresas que han sabido sobreponerse no sólo a las diferentes crisis económicas sino a todo aquello que ha envuelto a la historia «reciente» de nuestro país (que no es poca): la pérdida de las colonias españolas, la dos dictaduras, la guerra civil española, la posguerra (con el duro periodo de la autarquía), la crisis del petróleo, la entrada en la Unión Europea y actualmente no sólo a la feroz crisis económica sino a esta nueva etapa de globalización y su canibalismo económico de bajo coste.

Auto David Barcelona

El éxito de una empresa centenaria, ¿dónde radica?

El ritmo acelerado con el que nos ha tocado lidiar es un escollo con el que topan las empresas constantemente hasta hundirse, la dificultad de adaptación y la alta competitividad existente hacen tambalear incluso a las más grandes.

Pero más que los factores externos (que evidentemente también influyen) los grandes expertos económicos insisten en que son realmente los factores internos los más decisivos a la hora de que el éxito en forma de longevidad empresarial pueda darse en nuestra empresa.

Los contextos político-económicos son iguales para todos, las guerras, las crisis, etc .. sólo la capacidad por reinventarse puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso.

Autos David Barcelona

Empresas como Freixenet, Osborne, Mahou, Bodegas Torres, … sobrevivieron al igual que David, S.A. a muchas penurias, a la guerra civil, a la falta de materia prima tras la guerra, la dictadura franquista … y pese a todo ahí siguen, casi eternas, gracias normalmente a sus políticas conservadoras de capitalización que les permite en un momento dado dar un golpe de timón para adecuarse a los nuevos tiempos.

Coche David de carreras

David S.A., ejemplo de innovación y renovación

David fue, a principios de siglo una de las pocas fábricas que empezaron a construir y comercializar vehículos en España (Autos David), desde una Barcelona que quería vivir reflejándose en París, la burguesía catalana era protagonista de la evolución precipitada de una industria cada vez más productiva, y los autos David eran el producto ideal que muchos de ellos ansiaban.

En 1929 la producción de autos iba en aumento y los coches David que iban destinados al servicio del taxi tenían un volumen tan alto que se encargó al arquitecto Ignasi Mas la construcción de un gran edificio que fuera capaz de albergar todos estos vehículos y que a su vez pudiera utilizarse como taller.

En 1931 se inauguró el Edificio David.

Rey Alfonso XIII con un coche David

Por aquella época los taxis David que circulaban por Barcelona alcanzaron la astronómica cifra de 1000 vehículos, lo que les concedió una fama y prestigio jamás imaginados.

Pero como a todas las empresas, fábricas y a las gentes de toda una generación la guerra se llevó por delante los esfuerzos y sueños de cada uno.

Fueron años difíciles, incluso los de la posguerra, donde la falta de materiales para fabricar cualquier producto despertó el ingenio de todos los españoles, algo que por otra parte siempre nos ha caracterizado.

Autos David Barcelona

Los años 50 y 60 fueron cruciales para el desarrollo de las empresas que habían sobrevivido a la guerra, a la posguerra y a las crisis posteriores, la capacidad por reinventarse, en los 70 la apertura del régimen dio luz a la posibilidad de exportar y abrió las herméticas puertas de España hacia un mundo desconocido.

Doctor Andreu

Las Galerías David y la Tuset Street

David, que hasta ahora había enfocado sus esfuerzos hacia la industria del automóvil supo adaptarse a las nuevas tendencias que venían de Europa y modernizó el edificio construyendo las primeras galerías comerciales de Barcelona (el famoso Drugstore David) y aprovechó el tirón de la etapa del «Tuset Street» (algo que quería asemejarse al Carnaby Street de Londres) para atraer a la «gauche divine» de Barcelona, que acogía a personalidades de la cultura, la intelectualidad y la política de la ciudad que se sentían atraídos por esta zona en concreto.

Autos David Barcelona

Los tiempos fueron cambiando, y con los tiempos también la David, en 1975 los sótanos de Tuset 21 acogieron los primeros mercadillos que pudieron verse en la ciudad (al estilo de los antiguos que se organizaban en el Covent Garden londinense) y más tarde se inauguró un frankfurt que abría hasta altas horas de la noche, un referente para toda una generación.

David, 108 años reinventándose

La fórmula de la regeneración, el saber resurgir de las cenizas adaptándose siempre a las necesidades del gran público es lo que hace de las empresas centenarias un estandarte al que agarrarse en momentos de ofuscación económica.

La supervivencia de las compañías que han sabido reorganizar en cada momento sus ideas en base a la anticipación de las tendencias económicas y sociales para reaccionar con prontitud, eficiencia, prudencia y rigor, debería servir de ejemplo para aquellas que aspiran a perdurar en el tiempo y en la memoria de varias generaciones de españoles.

Barcelona años 20

El año 2014 David S.A. cumplió 100 años, 100 años cargados de historia compartida con la ciudad de Barcelona, un centenario que celebramos contigo y con todos los barceloneses, porque formamos parte de la ciudad que nos ha visto nacer, una Barcelona que nos ha dado y a la que hemos contribuido desde 1914, año en que unos locos del down-car decidieron llevar a cabo un sueño que, una centuria después ha derivado en algo que jamás hubieran imaginado.

Y es que a veces los sueños dan giros argumentales tan bruscos que acaban siendo otra cosa totalmente diferente; y en eso estamos, viendo nacer etapas que nos ayudan a crecer, aportando a la ciudad (generación tras generación) esperanza, anhelos y un futuro con el que seguir trabajando.

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